Porque es
importante sacar adelante a los pueblos indígenas de La Guajira?
Las razones son muchas, unas que claramente no tienen discusión, por
razones humanitarias, porque se les
están muriendo los niños de física hambre, porque padecen penurias en sus
territorio que se les está desertificando aceleradamente, porque el Estado se
olvidó de ellos, porque ni siquiera sabemos cuántos indígenas son y donde
están, que por corrupción, que por desidia, etc., etc., etc., pero hay otras
razones, también muy importantes, razones que seguramente si le interesaran a
los que el tema indígena o la muerte de niños los tiene aburridos y es el tema del desarrollo social
y económico o camino a la prosperidad.
Partan de un principio, si de acuerdo a estimativos del Departamento
la población rural del Departamento superan a la población urbana, (las
evidencias así lo señalan en una relación mínimo de 60% a 40%) y esa población
rural mayoritaria presenta una pobreza multidimensional del 85.5% según el
Censo Nacional Agropecuario 2014 (DANE), que quiere decir que de cada 100 personas
85.5 son pobres absolutos, y que de la población urbana, quienes presentan una pobreza del 53%, con un
significativo número de población indígena también viviendo en cinturones de
miseria cerca a los cascos urbanos, nos lleva a preguntarnos: Cómo podemos
hablar de desarrollo en estas circunstancias?.
La Guajira históricamente viene ocupando los últimos lugares en todos
los indicadores sociales y económicos, y solo ocupa los primero lugares cuando
la tabla de valores se invierte y el primer o segundo lugar son los más
negativos, como por ejemplo las tasas de mortalidad infantil o materna.
En materia de Competitividad, la Guajira ocupa siempre el ultimo o penúltimo
lugar, según el DANE ocupa el segundo
lugar en pobreza, aunque estoy seguro que ocupa el primero en realidad, dado
que la población está mal censada, para el 2016 el DANE proyecta solo 280.000
indígenas cuando en realidad pueden ser más de 800.000, los cuales habitan
territorios que presenta bajos niveles de desarrollo local, baja inversión
privada, alto desempleo, cero desarrollo de infraestructura, y con una
población totalmente dispersa, en fin, cifras nada alentadoras y que en lugar
de atraer desarrollo lo que hace es alejarlo, o pregúntenle a una empresa si
querría invertir en un departamento con estos indicadores, donde ni siquiera la
ciudad capital tiene servicio de agua permanente.
Si queremos que la Guajira progrese, y por lo tanto que el mismo
Caribe progrese, que halla desarrollo, que se genere oportunidades y empleo, y
por supuesto ingresos, que se genere riqueza para todos, debemos sacar adelante
a ese 60% de la población rural, dispersa, extremadamente pobre y en total
riesgo social y económico, mayoría indígena, que pueden estar alrededor de los
800.000 habitantes reales de carne y hueso, donde la inseguridad alimentaria medida
en el año 2010 estaba en el 59% pero que hoy puede estar alrededor del 85%. Mientras esta población, que son seres
humanos, que también son colombianos no avance hacia el desarrollo, el resto
del territorio no podrá avanzar, porque es como una piedra, que en lugar de
flotar te arrastra al fondo.
Como región Caribe y como Departamento de La Guajira, incluso como
país, es impresentable que nos estemos desarrollando y que estemos creciendo
económica y socialmente cuando un gran número de niños y mujeres se nos mueren
de hambre.
Si somos inteligentes, podríamos convertir una amenaza en una
oportunidad, los indígenas podrían dejar de ser un “problema” para convertirse
en una “oportunidad”, solo tenemos que romper barreras culturales, sociales,
económicas, políticas e institucionales, trabajar de la mano con ellos,
empoderarlos para que sean gestores de su propio desarrollo con un enfoque
étnico y diferencial. Si como sociedad y
como Estado somos incapaces de lograrlo, entonces sería recomendable hacernos a
un lado y dejar que otros lo intenten.
Mauricio Enrique Ramírez Álvarez
Twitter @MauricioAdmPub